10 riesgos comunes en la industria de alimentos y bebidas

cadena de produccion

La industria de alimentos y bebidas ha sido durante mucho tiempo uno de los sectores más grandes y fundamentales de la economía global.

Para aquellos que lideran esta industria, se presenta una vasta oportunidad de crecimiento; sin embargo, este crecimiento conlleva riesgos que pueden impactar negativamente en las operaciones, la rentabilidad y la reputación. Aunque muchos de estos riesgos están interconectados, es crucial que la dirección identifique y mitigue estos factores antes de que generen costos significativos.

A continuación se describen diez riesgos comunes de la industria de alimentos y bebidas y estrategias efectivas y medidas proactivas para mitigarlos.

Riesgo 1. Inocuidad Alimentaria

En una época en la que los consumidores son cada vez más conscientes de la calidad de los alimentos que consumen, cualquier incidente relacionado con la contaminación o enfermedades transmitidas por alimentos podría representar la debacle para una empresa. La contaminación puede manifestarse a través de bacterias patógenas, virus, alérgenos o presencia de sustancias extrañas, siendo frecuentemente resultado de condiciones de almacenamiento inadecuadas, control de temperatura deficiente o prácticas de higiene insuficientes.

Para evitar estos riesgos significativos para la salud de los consumidores, la alta dirección debe enfocarse en la implementación de estándares rigurosos de gestión de seguridad alimentaria y control de calidad a lo largo de toda la cadena de suministro. Esto incluye el establecimiento de relaciones sólidas con proveedores de confianza y con una reputación destacada. De esta manera, se garantiza no solo la integridad de los productos, sino también la construcción y mantenimiento de la confianza del consumidor en la marca.

Riesgo 2. Calidad y Retirada del Producto

Aunque comparte similitudes con los riesgos vinculados a la inocuidad alimentaria, esta categoría se adentra más en cuestiones relacionadas con las cualidades sensoriales, como el sabor, la textura, la apariencia y la consistencia, que pueden generar la insatisfacción de los clientes. La descontento de los clientes tiene el potencial de dañar la reputación de una marca y dar lugar a posibles responsabilidades. Garantizar la implementación de estándares y pruebas rigurosas de control de calidad permitirá a los fabricantes prevenir errores en la formulación, procesamiento inadecuado o incluso defectos en el empaque que puedan afectar tanto la calidad del producto como los riesgos asociados a retiradas del mercado.

Riesgo 3: Cadena de Suministro

La pandemia de COVID-19 ofreció a todos los fabricantes una lección intensiva sobre la vital importancia de contar con una cadena de suministro fiable para ingredientes y materiales de embalaje. Las perturbaciones en estas cadenas generaron incrementos en los costos y una reducción en la capacidad de producción. Para mitigar los riesgos asociados con la cadena de suministro, los líderes empresariales deberían contemplar la diversificación de su base de proveedores y la elaboración de planes de contingencia para minimizar el impacto ante posibles interrupciones. Como alternativa, se puede considerar la creación de reservas de ingredientes clave o la implementación de procesos de producción flexibles que puedan adaptarse rápidamente a medida que evolucionan las circunstancias.

Riesgo 4: Consumidor

Las preferencias y tendencias de los consumidores cambian con tal frecuencia que puede resultar desafiante para las marcas mantener su competitividad y retener la lealtad de los clientes. Adaptarse de manera ágil a estos cambios se vuelve imperativo para preservar la participación en el mercado y estimular el crecimiento de las ventas. Con el objetivo de evitar la pérdida de clientes, se recomienda considerar inversiones en investigaciones de mercado y en la obtención de insights sobre los consumidores. Estas prácticas orientarán la toma de decisiones en el desarrollo de productos, la construcción de la marca y la formulación de estrategias de marketing.

Riesgo 5: Competencia

Considerando las estadísticas mencionadas anteriormente, es evidente que los fabricantes de alimentos y bebidas operan en un entorno altamente competitivo. Para mantener su competitividad, las empresas deben realizar inversiones significativas en innovación y mejora continua, tanto en el desarrollo de productos como en la optimización de procesos. Este enfoque puede implicar la exploración de nuevos nichos de mercado o la racionalización de operaciones para maximizar la eficiencia.

Riesgo 6: Cumplimiento normativo

Por una razón válida (ver Riesgo 1), la industria de alimentos y bebidas está sujeta a algunas de las regulaciones más estrictas destinadas a garantizar la inocuidad, la calidad y el etiquetado adecuado de los productos alimenticios. El incumplimiento de estas normativas puede acarrear multas, sanciones e incluso acciones legales, poniendo en peligro el futuro de una empresa. Además de los estándares de control de calidad mencionados anteriormente, la implementación de un programa de cumplimiento efectivo puede ser clave para mitigar el riesgo de incumplimiento. Asimismo, la asignación de recursos específicos encargados de monitorear los cambios regulatorios puede resultar fundamental para prevenir problemas futuros.

Riesgo 7: Reputación

En el actual ciclo de noticias, que opera las 24 horas del día, los 7 días de la semana, cualquier incidente tiene el potencial de convertirse rápidamente en una crisis, gracias a la velocidad de las redes sociales y las reseñas en línea. Incluso la más mínima pérdida de confianza en una marca puede desencadenar una disminución en las ventas y resultar extraordinariamente difícil de superar. Además de gestionar los riesgos detallados en este artículo para prevenir tales situaciones, es imperativo que las marcas monitoricen de cerca la actividad en línea. Esto garantizará que incluso las quejas más pequeñas sean abordadas de manera rápida y efectiva, contribuyendo así a preservar la reputación y la lealtad del cliente.

Riesgo 8: Operacional

La dinámica de la fuerza laboral está experimentando cambios rápidos, y la insuficiente capacitación del personal representa un riesgo significativo para los fabricantes. Además, las fallas en los equipos o una gestión ineficiente del inventario pueden desencadenar retrasos en la producción, aumentos de costos y presiones financieras. Fomentar una cultura organizacional que capacite a los empleados para identificar, evaluar y responder a los riesgos operativos resultará fundamental. Esto permitirá a la empresa actuar de manera oportuna, evitando demoras prolongadas asociadas con capacitación adicional o reparaciones de equipos.

Riesgo 9: Ambiental

Además de ser más conscientes de sus elecciones alimenticias, los consumidores también prestan mayor atención a cómo las empresas se relacionan con el medio ambiente. La falta de implementación de prácticas ecológicas no solo repercute negativamente en la imagen de una marca, sino que también intensifica la atención crítica por parte de consumidores, competidores y organismos reguladores. En este momento, es imperativo que los gerentes aseguren la viabilidad a largo plazo de la empresa mediante la adopción de prácticas sostenibles, abordando aspectos como la gestión de residuos, las emisiones de carbono y el consumo de energía.

Riesgo 10: Ciberseguridad

Con el crecimiento de la digitalización y la actual interconexión, todas las empresas están expuestas al riesgo de sufrir ciberataques. Más allá del acceso no autorizado a datos financieros o información de clientes, las empresas del sector de alimentos y bebidas se enfrentan a la amenaza de exponer información confidencial, desde recetas hasta planes de marketing. También corren el riesgo de ataques a las operaciones de las instalaciones, lo que podría tener un impacto negativo en la seguridad y/o calidad de los alimentos producidos. Los gerentes deben realizar evaluaciones periódicas de las vulnerabilidades relacionadas con la tecnología y los sistemas, implementando prácticas que restrinjan el acceso, proporcionen protección antivirus y realicen copias de seguridad de los datos de manera regular.

En resumen, es esencial que las empresas del sector de alimentos y bebidas identifiquen, evalúen y gestionen los riesgos para proteger tanto su negocio como a los consumidores que respaldan. Adoptar un enfoque proactivo permite superar estos riesgos con facilidad, facilitando así el crecimiento continuo de las marcas en la industria en constante expansión de alimentos y bebidas.

Por: Tammy Gamble es socia de la práctica de aseguramiento de The Bonadio Group con más de 25 años de experiencia en auditoría. Atiende a clientes públicos y privados en una variedad de industrias, incluidas la fabricación y distribución, productos minoristas y de consumo, servicios financieros, tecnología y telecomunicaciones. Tammy se ocupa de diversas cuestiones contables, incluido el reconocimiento complejo de ingresos, derivados, oferta de deuda, ofertas públicas iniciales y declaraciones de registro, fusiones y adquisiciones, fusiones inversas, evaluaciones de deterioro del fondo de comercio, acciones de reestructuración, reformulaciones y asuntos de fraude

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