Los consumidores se encuentran preocupados por sus alimentos, y cuando les preguntan, ellos les dirán que prefieren alimentos simples y de etiquetas limpias.
Esto puede parecer una mala noticia para los fabricantes de ingredientes y empresas procesadoras de alimentos y bebidas, pues ellos pueden tener etiquetas limpias, pero no necesariamente simples. Simplificar una receta mientras se mantiene la calidad de los procesos, el tiempo de vida de los productos y los sistemas de empaque no tiene una respuesta sencilla.
Aunque muchos de los alimentos consumidos en sociedades urbanas y desarrolladas sean procesados de alguna forma, pueden existir preguntas que no podrán ser respondidas sin que exista un cambio importante en hábitos de los consumidores y en los procesos de manufactura.
Pero todo esto dependerá de lo que signifique para las personas las etiquetas limpias y simples y para esto no hay una categorización sencilla.
MATERNIDAD SIMPLE Y PIE DE MANZANA (LIMPIO)
Las compañías de alimentos suelen hacer investigaciones que demuestran que lo que están haciendo es socialmente responsable y correcto. Conocer las necesidades de los consumidores, especialmente si esto es visto para entregar beneficios sociales y saludables, debe de ser correcto.
Según el artículo de investigación “Ingredients Communications”, se ha encontrado que el 71% de los consumidores (Europa, Norte América y Asia) pagarían un precio mayor por alimentos y bebidas hechas con ingredientes que reconocen y confían, e incluso el 18% decía que podría pagar hasta 75% más por esos productors.
La pregunta contraria a esto sería: ¿si hubieran alimentos que fueran hechos con ingredientes que no reconocen, pero más baratos, los comprarían?
La respuesta a esto en la vida real es sí, porque lo hacen. Conseguir que cualquier consumidor pague un precio más alto por un alimento es extremadamente difícil, como demuestra el problema de persuadir a los consumidores convencionales de comprar productos orgánicos.
Los consumidores aspiran a etiquetas limpias y simples pero esto no es necesariamente una oportunidad de negocios. Sin embargo, puede formar parte del contrato social que conlleva a la licencia para operar para las industrias de alimentos.
DEPENDE DE QUE QUIEREN DECIR CON “ETIQUETAS LIMPIAS”
¿Qué quieren decir los consumidores con etiquetas limpias? Un estudio publicado en enero del 2019 encontró que son mucho más sensibles a lo que se conoce como tipos de comida que a los ingredientes de forma aislada.
“Noventa consumidores participaron en un proyecto de mapeo en Dinamarca, en el diseño de la encuesta, tres grupos de consumidores tenían que separar los ingredientes de cuatro productos (helado sin lácteos, dulces vegetarianos, salchichas basadas en plantas y bebidas proteicas). En cada grupo de productos se presentaron como sostenible, saludable o basados en plantas. Los resultados demostraron que los consumidores categorizaban los ingredientes en primer y segundo lugar en objetivo del tipo de ingrediente o su función y en tercer lugar la evaluación individual objetiva de su valor”.
“Investigaciones confirmaron que los consumidores perciben los ingredientes conforme a conocido como naturalmente bueno vs. cualquier otra categoría”.
En un estudio relacionado con alimentos ultra procesados emprendido por el NIH (National Institutes of Healthy) de Estados Unidos, se determinó que las personas que comían alimentos ultra procesados estaban ingiriendo más calorías y ganando más peso que cuando comían una dieta con la mínima cantidad de alimentos procesados. La diferencia ocurría aun cuando los voluntarios en ambas dietas la ultra procesada y la que tenía mínimos alimentos procesados ingerían la misma cantidad de calorías y macronutrientes. Los resultados fueron publicados en Cell Metabolism.
Hay argumentos científicos sobre la definición de alimentos ultra procesados pero el investigador principal Dr. Kevin Hall lo comparó como “pornografía, es difícil de definir, pero lo entiendes una vez que lo miras”.
Las señales de peligro incluyen:
- Ingredientes que no puedes pronunciar
- Más de 5 ingredientes listados en el paquete
- Cualquier cosa que tu abuela no puede reconocer como comida.
Algunas definiciones para categorizar las ‘etiquetas limpias’:
- Esto no es ciencia es heurística. Si no es ciencia, no puede ser juzgado por estándares científicos, es decir, los argumentos científicos no tendrán un efecto en los consumidores
- Esto no es sobre toxicidad, los consumidores asumen que los ingredientes no los envenenaran automáticamente
- Esto es sobre el fracaso de la industria, porque siguen apareciendo malas historias sobre contaminación, nuevas evidencias sobre la exposición a largo plazo, conexiones a problemas no digestivos como el autismo, trastorno por déficit de atención o alergias severas
- Esto es sobre evitar las cosas malas y sin embargo, limpiar una larga lista de ingredientes puede hacer más difícil detectar las cosas malas.
Cuando George Orwell citaba en ‘Animal Farm’ “dos patas malo, cuatro patas bueno”. En el ambiente apresurado y distraído de las tiendas de descuento o en la vista de una lista de productos online, los consumidores están buscando señales de “cuatro patas buenos”, mas no un debate sobre que ingredientes concuerda o no con las necesidades nutricionales de cada individuo.
“ETIQUETAS Y PRODUCTOS LIMPIOS”: ¿QUIEN LO DICE?
El alto perfil de etiquetas limpias ha conllevado a la proliferación de grupos de presión, por ejemplo, el ‘Clean Label Project’ es dirigido por una organización analítica externa, que revela el contenido de productos populares de EEUU, clasificado para 130 contaminantes y toxinas ambientales.
La organización sin fines de lucro, liderada por Jackie Bowen, quien previamente tuvo experiencia en World Health Organization Collaborating Centre, NSF International, además de ser Gerente General en Assurance Intenational, el certificador orgánico más grande de USDA; y el director de NSF de la división internacional de consumidores verificados se concentró en darle al mercado ofertas de certificaciones incluyendo proyectos Non-GMO y certificaciones Gluten-Free, o el director de NSF de Agricultura que se concentró en la seguridad de alimentos de granja. También existe una junta consultiva médica.
Las industrias alimenticias no se han comprometido por sí mismo a definiciones o protocolos para etiquetas limpias, y eso es una área complicada. Ingredientes que eran permitidos una semana pueden tener malas reseñas la siguiente: por ejemplo, el dióxido de titanio en junio 2019, ha pasado de neutral a malo.
LEGISLACIÓN ACTUAL Y PRÁCTICA
No hay designación legal o recomendación de etiquetas limpias; esta es completamente una descripción de marketing usada por fabricantes y algunos periodistas. Como no hay definición, los fabricantes pueden referirse a diferentes términos con la palabra limpia.
Otras marcas pueden ser usadas como un reemplazo para limpio, en Europa, marcas orgánicas o marcas como UTZ o Fair Trade pueden ser usadas como un reemplazo de limpio. En Estados Unidos, marcas kosher son normalmente vistas como una representación de puro. Alimentos veganos y vegetarianos y fórmulas “libres de” suelen tener el beneficio de tener una reputación de ser limpias.
La limpieza puede referirse a la calidad de los alimentos o puede ser una idea moral. No importa que tan cuidosa sea su fabricación y que tan limpia sea, nunca habrá salchichas de cerdo kosher o veganas.
DICIÉNDOLE A LAS PERSONAS SOBRE LA COMIDA SALUDABLE
FIC (Trade Association International Food Information Council) y la AHA (American Heart Association) han realizado investigaciones en Estados Unidos que demuestran que los consumidores reclaman por opciones saludables, el 43% siempre están buscando una opción saludable pero solo el 28% dijo que eran fáciles de encontrar.
No hay ningún acuerdo sobre algún parámetro de lo que puede ser saludable. La historia previa de identificar productos buenos o malos llevo a dar malos consejos sobre colesterol dietético, balance de proteína, y las pirámides alimenticias donde por coincidencia fueron removidas por la industria de granos y azúcares de Estados Unidos.
Mientras que la mitad de los consumidores pueden sentir que deberían leer las etiquetas y dar credibilidad a marcas como el símbolo de la AHA Heart Check, esto no aparece en modelos dietéticos. Sin embargo, aunque la información esté disponible, no está siendo usada.
Decirle a las personas lo que deberían hacer no es nada efectivo. Si lo fuera no existiría adulterio, el abuso de drogas o las enfermedades de transmisión sexual. Y como hemos visto, simple o incluso limpio no significa necesariamente saludable.
ACTITUDES DEL CONSUMIDOR
Los consumidores asumen que su alimento es limpio cuando es seguro. Algunos consumidores están más preocupados por la lista de los ingredientes y si es que los entienden en comparación a otros consumidores. Todos coinciden que más información es mejor que menos, aunque la forma en que aparece el más, no es siempre comprensible.
Algunos simplemente confían en que los alimentos han sido probados en un proceso, por lo que, si están en los grandes supermercados son seguros. Otros especialmente si sufren de alguna condición especifica o tienen moral o algún requerimiento religioso, van a revisar las etiquetas, pero no necesariamente en aquellos productos que son comprados con más frecuencia (si ya lo leyeron la primera vez que lo compraron, ¿porque lo harían otra vez?).
El problema es:
Mientras que términos como azúcares, azúcares añadidos y otros adjetivos tienen significados muy específicos para los legisladores y las compañías en la industria alimenticia, estos no están tan claros para el público en general.
Las etiquetas deben de comunicar a los consumidores, no solo a otros participantes de la industria de alimentos. Una revisión reciente de un estudio para Australia y Nueva Zelanda por FSANZ encontró que, en muchos estudios internacionales, “los consumidores están preocupados por el contenido de azúcar en sus alimentos. Ellos creen que el consumo de azúcar está asociado con resultados negativos en la salud, como ganar peso”.
Los consumidores no entienden que significa azúcares añadidos. Cuando les preguntan, los consumidores reaccionan negativamente hacia los azúcares añadidos. Sin embargo, no son capaces de clasificar azúcares como naturales o añadidos. Esto parece estar relacionado a las asociaciones de los consumidores entre los tipos de azúcar y como perciben su nivel de refinamiento. Azúcares como la miel son consideradas como menos refinadas, y por eso más natural y no añadidos.
El estudio señala también que algunos investigadores internacionales sugieren que los consumidores en general no son capaces de utilizar información abstracta como los gramos de azúcar señaladas en las etiquetas para la evaluación si el nivel de azúcar es alto o bajo.
Un estudio publicado en “STAT” en febrero 2019 agrupó las investigaciones de 60 estudios incluyendo 111 intervenciones que probaban alimentos con y sin etiquetas. Había 2 millones de observaciones de las compras de personas alrededor de 11 países. “Así como nosotros y otros colegas recientemente reportaron que en el American Journal of Preventive Medicine, que las etiquetas de alimentos tenían ciertos efectos en las decisiones de los consumidores: Los consumidores redujeron el 6.6% de consumo de calorías, el 10.6% de la grasa total y 13% a otras opciones no saludables. Ellos también incrementaron el consumo de vegetales en un 13,5%. Sin embargo, había poca evidencia, que las etiquetas de los alimentos afectarían al consumo total de carbohidratos, proteínas, grasa saturada, o sodio, ni tampoco a una influencia en el consumo de frutas, harinas integrales, u otras opciones saludables”.
Para las compañías de alimentos, las etiquetas obligatorias pueden estar proyectando información que no tiene un impacto práctico: “Aunque las etiquetas parecen tener un pequeño efecto en las calorías totales de los alimentos o en la cantidad de grasa saturada, fibra nutricional, u otros componentes saludables o no saludables, sin embargo muy pocos estudios se han dedicado a estudiar estos puntos finales.”
“Para los consumidores, parecen funcionar mejor con mediciones simples como calorías, grasas totales y otros productos categorizados como poco saludables, pero no con objetivos de nutrientes más complejos”.
Y existe otra pregunta. Aun si logran que las personas se cambien según convenciones de salud actuales, esto puede no tener un impacto real en la salud, “las etiquetas tal vez pudieran ayudar a reducir el consumo de grasas totales, pero se ha demostrado con otros estudios que reducir este consumo solo tiene un pequeño beneficio en la salud, especialmente cuando los consumidores eliminan las grasas saludables y las reemplazan con carbohidratos refinados”.
¿ADELANTÁNDOSE AL MERCADO?
Compañías han ido detrás del concepto “limpio” porque es potencialmente una forma simple de distinguir un producto o una marca y su posición: ¿y quién no quisiera ser limpio? Si preguntan, los consumidores te dirán que limpio es mejor.
Y ahí está el problema. Para tener una lectura del mercado, las alternativas presentadas deberían ser equivalentes o como mínimo no sesgado.
Las alternativas a un producto sin preservantes químicos son:
- Un producto que sin preservantes dure tres días en un refrigerador
- Un producto con aditivos, que dure diez días
- Un productor con preservantes naturales
- Un producto con preservantes de origen naturales que incluyen ingredientes menos deseables (como la sal).
Si existiera una respuesta fácil, la estuviéramos usando ahora.
- La alternativa de un productos sin saborizantes añadidos puede ser un producto que sabe más fresco.
- Un producto con preservantes, para reducir la perdida en la producción y tener una mayor vida en percha, puede significar que sería más barato. ¿Cuánto estuvieran preparados los consumidores por pagar por algo sin preservantes? ¿Estarán conscientes de cuando dura lo que compran en sus alacenas?
Mientras que limpio es un concepto simple desde un punto de vista, ya una vez dentro de las formulaciones se transforma en algo mucho más complicado. Generalmente, mientras más una fuente es restringida – por añadir parámetros que reducen las opciones disponibles – el costo crece:
- ¿Existe una proteína de soya limpia?
- ¿Dónde sostenible incluye limpio?
- ¿Es GM limpio?
- ¿Los ingredientes de proteína de soya son altamente procesados, pero si es de origen vegetal lo iguala?
- ¿Algo de esto es importante para los consumidores existentes?
- ¿Qué pasa con los nuevos?
- ¿Pueden sus productos resistir los costos que causarían restringir las fuentes de ingredientes?
LIMPIO Y SIMPLE NO SIGNIFICA QUE NO ESTE LIBRE DE RIESGOS
Puede haber algunos aditivos en las fórmulas que están ahí por razones históricas, o no se han revisado recientemente, pero algunas están ahí ninguna razón. Los ingredientes cuestan dinero.
Algunos ingredientes son sacados por los cambios realizados en las regulaciones: sal, azúcares añadidos, cochinilla basada en carmín, y más recientemente, dióxido de titanio. Pero en todos los casos, este cambio ha seguido presión de cuerpos médicos, reguladores de alimentos como la FDA y EFSA, y alimentos transnacionales, cuerpos de salud y agricultura como WHO o FAO. No ha habido una campaña para el consumidor en contra de la cochinilla basada en carmín, que ha sido usada por siglos, pero si ha habido campañas para los consumidores en contra los colorantes de comida “Southampton Six”, cinco de ellos aún son legales y ampliamente utilizados.
Estas decisiones han sido basadas en estudios científicos que algunos reguladores han utilizado para establecer medidas de precaución. El riesgo percibido por permitir que algunos productos se mantengan en el mercado y que los beneficios de la salud pública por restringir o remover algunos productos o ingredientes, está en un avance de daños significantes a los consumidores, o hasta por precaución general.
Así que, cambiar a simple y limpio no elimina la posibilidad que un ingrediente pueda ser considerado como un riesgo.
EL EJEMPLO DEL PROPIONATO
Un reciente reporte de la escuela de medicina de Harvard sobre los riesgos potenciales del propionato, un preservante, sugiere que es un ingrediente procesado que puede ser asociado con la obesidad y la diabetes, aunque no es en sí mismo un ingrediente alimenticio significativo en alimentos, ni está presente en cantidades particularmente altas.
El mecanismo puede ser una exposición crónica prolongada por largo tiempo, incluso a niveles bajos, no una exposición aguda que crea una reacción tóxica. Este tipo de reacción está detrás de problemas tan conocidos como el vínculo entre el asbesto y el mesotelioma u otros cánceres ambientales, y también los riesgos a largo plazo versus a corto plazo del consumo de tabaco o marihuana.
Como riesgos, esos son normalmente imprevisibles en base a las pruebas de toxicidad actuales. El cambio en exposición general es también difícil de pronosticar. Aunque no es un riego en algunos productos que se usan ocasionalmente, un producto puede convertirse en un riesgo si el uso y su frecuencia de uso se vuelven mucho más amplia.
La causa también puede ser eliminar varios pasos de la exposición: “el propionato puede desencadenar una cascada de eventos metabólicos que conllevan a la resistencia de insulina e hiperinsulinemia -una condición marcada como niveles excesivos de insulina.” Se cree que el mecanismo es un cambio en los niveles de hormonas dentro del intestino, incluido el glucacon, norepinephirine, y una hormona glucogenica recientemente descubierta, llamada proteína 4 de unión a ácidos grasos.
La investigación pasó de las pruebas en ratones a las personas, y se observa una respuesta similar: ‘las personas que consumieron los alimentos que contiene propionato tuvieron aumentos significativos en Norepinefrina, así como aumentos en el glucagón y FABP4 tan solo un poco después de comerlos. Los resultados indican que el propionato puede actuar como un “disruptor metabólico” que potencialmente aumenta el riesgo de diabetes y obesidad en humanos.
A menos que cada ingrediente y cada subproducto hayan sido probados, este tipo de riesgo permanecerá. Como es imposible probar todo, se debe asumir un elemento de riesgo incluso en formulaciones simples.
SIMPLEMENTE CALORÍFICO
Simple es en realidad una decisión heurística. Si no comprende cuáles son todos los productos químicos enumerados en la etiqueta, una forma de elegir es buscar la lista más corta posible de ingredientes, que, preferiblemente, serán reconocidos como alimentos. Una lista de productos como queso, mantequilla, crema y miel, es simple, pero las posibilidades de que ese producto sea bajo en grasas o calorías, o saludable, es muy pequeño.
Las barras energéticas actuales pueden tener etiquetas simples, pero esto no significa que cumplan con las recomendaciones para ser saludables.
Aunque para muchos consumidores, eso es preferible que una etiqueta complicada, los consumidores también estan comprando productos con etiquetas como esta:
Clif Bar White Chocolate Macadamia Energy Bar: Jarabe de arroz integral, avena molida (14,3%), aislado de proteína de soja, jarabe de caña, soja tostada, harina de arroz, nueces de macadamia (5,2%), azúcar de caña, fibra de avena, harina de soja, manteca de cacao (2, 2%), aceite de girasol alto oleico, saborizantes, sal marina, extracto de malta de cebada, emulsionante: lecitina de soja, antioxidante: extractos ricos en tocoferoles, vitaminas y minerales: sales de calcio de ácido ortofosfórico, óxido de magnesio, ácido L-ascórbico (Vit. C ), DL-alfa tocoferil acetato (Vit. E), betacaroteno (Vit. A), nicotinamida (Vit. B3), riboflavina (Vit. B2), mononitrato de tiamina (Vit. B1), clorhidrato de piridoxina (Vit. B6) , Ergocalciferol (Vit. D2), Cianocobalamina (Vit. B12), ‡ Rainforest Alliance Certified ™ (68 g).
El conteo de calorías e ingredientes muestra que en ambos casos más del 40 % de las calorías son de azúcares o grasas. A modo de comparación, se muestra uno de los rangos de cookies estándar de Tesco:
CONTENIDO DE BARRAS DE ENERGÍA, INGLATERRA
En comparación con la barra Clif, la galleta Tesco es “limpia” porque todos los ingredientes son alimentos reconocibles. No es tan simple como el producto Nakd, pero tiene menos azúcar.
Galletas Flapjack: mantequilla (leche) (19%), avena (18%), harina de trigo (harina de trigo, carbonato de calcio, hierro, niacina, tiamina), azúcar, albaricoque seco, sultanas, coco, jarabe de azúcar parcialmente invertido, harina de maíz , avellanas, semillas de calabaza, semillas de girasol, concentrado de proteína de suero (leche), agentes de crianza (bicarbonato de sodio, bicarbonato de amonio), harina de arroz, sal, aceite de girasol, emulsionante (lecitinas de soja), conservante (dióxido de azufre).
MAS ALLÁ DEL MARKETING HABLADO
La etiqueta limpia ayuda, la educación ayuda. Pero si la respuesta a una pregunta es que los consumidores no son lo suficientemente expertos técnicos para comprender todas las cosas en la etiqueta, y usan heurísticas erróneas – atajos mentales – para tomar decisiones reales en tiempo real, medidas en fracciones de segundo, entonces la pregunta está mal.
Las personas están felices de creer que hacen muchas cosas, desde llamar a sus padres mayores todos los días, hasta revisar todo lo que compran en un sitio web de comparación, pero no necesariamente lo hacen. En el momento de la decisión, otros factores pueden parecer mayores, y en el caso de los alimentos, sabemos cuáles son:
- Disponibilidad (en existencia)
- Precio (es decir, bajo, o al menos, competitivo)
- Gusto (experiencia previa)
- Confianza (minorista, marca).
Examinar la etiqueta, especialmente si es un producto que los consumidores han comprado antes, puede determinar la acción de confirmación, pero si no hay necesidad percibida para un cambio o confirmación, la disponibilidad de una etiqueta limpia o simple en un competidor no es un factor en lo absoluto.
- Si el competidor es más caro o desconocido, la etiqueta es solo un factor entre otros que puede ser más importante en el punto de compra
- El enfoque de precaución significa que si un ingrediente simple resulta tener efectos secundarios no deseados, su simplicidad no impedirá la acción reguladora.
También es importante darse cuenta de que simplificar las etiquetas no necesariamente traerá beneficios de ventas. Simple o incluso limpio puede respaldar un reclamo de marketing, pero la elección del reclamo se convierte en clave.
- ¿Es usted una marca “Nakd”, donde simple podría ser más importante que las calorías y el azúcar?
- ¿Es usted una marca “Clif”, donde los consumidores buscan aspectos de la entrega del producto sin buscar simple?
- ¿O es usted una marca “Tesco”, feliz de aceptar ingredientes reconocibles, pero sin hacer esto un reclamo específico, porque sus clientes no son muy sensibles a este tipo de reclamo para este producto?
MUCHAS RAZONES PARA SER “LIMPIOS”
El movimiento para simplificar la información del producto es bienvenido, si la educación es clave para mejorar las dietas y los resultados de salud. Pero la información simple tiene que ser correcta. Eso es importante porque la industria alimentaria ya tiene problemas de confianza.
Una etiqueta limpia, e incluso mejor, una etiqueta simple, le asegura al cliente que está tratando con ellos de manera justa. También significa que si hay un problema con un ingrediente, queda muy claro cuando lo eliminas o lo cambias. Si desea hacer un reclamo de no agregado, su etiqueta lo respalda sin la necesidad de mucho texto o explicación.
Esta es una buena práctica, pero como hemos visto, puede ser interpretada de diferentes maneras, tanto por los fabricantes como por los consumidores. Limpio es una forma abreviada para los clientes, pero los fabricantes y propietarios de marcas deben tener claro lo que significa en el contexto de su producto y la forma en que sus clientes lo usan.
Nótese que no se puede ser un poquito limpio. El riesgo de reclamar ser limpio pero que se descubre que no lo es, en el sentido atribuido por los consumidores, es lo opuesto a limpio.
INNOVA MARKET INSIGHTS | Clean, simple labels and foods | July 2019
Traducción: Jessica Velasquez – Granotec Ecuador
NOTAS Y REFERENCIAS
- Consumers Willing to Pay More for ‘Clean’ Foods & Beverages. Convenience Store News (2019) https://csnews.com/consumers-willing-pay-more-clean-foods-beverages
- Aschemann-Witzel, J. et al. Consumers’ categorization of food ingredients: Do consumers perceive them as ‘clean label’ producers expect? An exploration with projective mapping. Food Quality and Preference (2018) 71, 117-128. https://www.sciencedirect.com/science/article/pii/S0950329318300405
- NIH study finds heavily processed foods cause overeating and weight gain. National Institutes of Health (2019) https://www.nih.gov/news-events/news-releases/nih-study-finds-heavily-processed-foods-cause-overeating-weight-gain
- Ultra-processed foods ‘make you eat more.’ BBC News (2019) https://www.bbc.com/news/health-48280772
- Ibid.
- Clean Label Project Website. Clean Label Project https://www.cleanlabelproject.org/
- EFSA issues new advice on phosphates. EFSA (2019) http://www.efsa.europa.eu/en/press/news/190612
- Food Labeling Survey. American Heart Association (2019) https://foodinsight.org/wp-content/uploads/2019/01/IFIC-FDN-AHA-Report.pdf
- Literature review on consumer knowledge, attitudes and behaviours relating to sugars and food labelling. FSANZ http://www.foodstandards.gov.au/publications/Pages/Literature-review-on- consumer-knowledge,-attitudes-and-behaviours-relating-to-sugars-and-food-labelling.aspx
- Do food and menu nutrition labels influence consumer or industry behavior? Stat (2019) https://www.statnews.com/2019/02/19/food-menu-nutrition-labels-influence-behavior/
- Ibid.
- Ibid.
- Ibid.
- France to ban titanium dioxide whitener in food from 2020. Reuters (2019) https://www.reuters.com/article/us-france-food-additive/france-to-ban-titanium-dioxide-whitener-in-food-from- 2020-idUSKCN1RT23D
- Harvard: Could a Popular Food Ingredient Raise the Risk for Diabetes and Obesity? ASPPH (2019) https://www.aspph.org/harvard-could-a-popular-food-ingredient-raise-the-risk-for- diabetes-and-obesity/
- Tesco Website. Tesco https://www.tesco.com/