La Agencia de Protección ambiental de los Estados Unidos define al desperdicio de alimentos como “desperdicios de comida preparada o alimentos que no se ha consumido de residencias y establecimientos comerciales como tiendas de comestibles, restaurantes y locales de producción, cafeterías, cocinas institucionales, fuentes industriales así como los comedores de empleados”.
Según la Organización para las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) 1300 millones de toneladas de alimentos se desperdician anualmente, provocando daño a los recursos naturales y pérdidas económicas que pueden alcanzar los 750 000 millones de dólares anuales. Así mismo esta organización indica que “agricultores, procesadores de alimentos, supermercados, gobiernos locales y nacionales, consumidores particulares deben hacer cambios en todos los eslabones de la cadena alimentaria humana para evitar que ocurra el desperdicio de alimentos, y reutilizar y reciclar cuando no podamos impedirlo, además añadió que no podemos permitir que un tercio de todos los alimentos que producimos se pierda o desperdicie debido a prácticas inadecuadas, cuando 870 millones de personas pasan hambre todos los días”.
El 54% del desperdicio de alimentos se produce en las etapas iniciales de producción, manipulación y almacenamiento post-cosecha y el 46% ocurre en las etapas de procesamiento, distribución y consumo de alimentos.
El Programa de Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) y la FAO son los socios fundadores de la campaña “Piensa, Aliméntate. Ahorra. Reduce tu huella alimentaria” cuyo objetivo es ayudar a coordinar esfuerzos mundiales para reducir el despilfarro de alimentos.
La FAO detalla algunas recomendaciones en donde se puede actuar:
• No utilizar recursos naturales para producir alimentos que no sean necesarios
• En el caso de excedente de alimentos, la reutilización dentro de la cadena alimentaria, la búsqueda de mercados secundarios o donaciones a los miembros vulnerables de la sociedad.
• Si los alimentos no son aptos para el consumo humano, la siguiente mejor opción es desviarlos para alimentar al ganado.
• Si no es posible la reutilización debe intentarse el reciclaje y la recuperación.
Sobre las pérdidas y desperdicios de alimentos el Congreso Internacional SAVE FOOD en el 2011 en Alemania, realizó un estudio y emitió las siguientes observaciones para prevenir el desperdicio de alimentos:
• Comunicación y cooperación entre agricultores. El riesgo de la sobre producción podría reducirse si los cultivos excedentarios de una explotación agrícola resolvieran la escases de cultivos de otra.
• Organizar a los pequeños los agricultores así como diversificar y hacer exclusiva su producción y comercialización.
• Los gobiernos deberían mejorar la infraestructura de caminos, energía y mercados. Posteriormente, las inversiones del sector privado pueden mejorar las instalaciones de almacenamiento y de cadena de frío así como el transporte.
• Sensibilización pública. Se puede educar en las escuelas sobre el desperdicio de alimentos y sobre las iniciativas de los gobiernos, pueden ser los puntos de partida para cambiar la actitud de las personas con respecto a este problema.
En los países de altos ingresos la responsabilidad de los desperdicios recae en el consumidor debido a que éste no planifica adecuadamente las compras. Según la FAO el desperdicio per cápita de alimentos por consumidor en Europa y América del Norte es de 95 a 115 Kg/año, mientras que en África, Asía meridional y sudoriental es de 6 a 11Kg/año. En américa latina cada habitante derrocha 220 Kg/año de alimentos.
En Ecuador según el Ministerio del ambiente, se contabiliza alrededor de 4.06 millones de toneladas métricas de desechos cada año a escala nacional, de este total al menos el 60% corresponde a desechos orgánicos (residuos de alimentos).
Para evitar el desperdicio de alimentos tenemos las siguientes recomendaciones:
• Los consumidores deben concienciarse de las condiciones negativas de desperdiciar los alimentos.
• Planificar adecuadamente las compras.
• Organizar en casa los alimentos y consumirlos antes de que pase la fecha de caducidad.
• Ajustar las raciones e intentar cocinar solo lo necesario.
• Congelar productos frescos y restos antes que se estropeen.
• Aprovechar los restos y usarlos como abono.
• Utilizar las listas recomendadas por los supermercados.
Es importante que se investigue más acerca del desperdicio de alimentos especialmente si vemos que la seguridad alimentaria es una prioridad a nivel mundial.
Por:
Diana Hualpa Salinas, Maritza Castillo, Ruth Martínez Espinosa,
Departamento de Ciencias Agropecuarias y Alimentos
Universidad Técnica Particular de Loja
BIBLIOGRAFÍA
• FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura) 2012. Pérdidas y desperdicio de alimentos en el mundo. Depósito de documentos de la FAO. Roma. Italia
• FAO (Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura). Disponible en http://www.fao.org/news/story/es/item/203180/icode/ . Acceso 23 de febrero del 2014
• Diario El Telégrafo. Quito-Ecuador. FAO alerta sobre excesivo desperdicio de alimentos. Disponible en http://www.telegrafo.com.ec/sociedad/item/fao-alerta-sobre-excesivo-desperdicio-de-alimentos.html . Acceso 23 de febrero de 2014.
• Diario la Hora. Quito-Ecuador. La FAO denuncia desperdicio anual de alimentos. Disponible en http://www.lahora.com.ec/index.php/noticias/show/1101561739/-1/FAO_denuncia_desperdicio_anual_de_alimentos.html
• Eroski Consumer. Tirar la comida, un problema ecológico en aumento. Alex Fernández Muerza. Disponible en http://www.consumer.es/web/es/medio_ambiente/urbano/2011/06/06/200895.php. Acceso 24 de febrero de 2014.