En los últimos años ha sido evidente el creciente interés de la población por mejorar sus condiciones de vida a través de la ingesta de productos saludables, lo cual ha permitido la rápida expansión de la industria alimentaria en el desarrollo de los llamados alimentos funcionales.
En Ecuador, se ha definido como tal a “un alimento natural o procesado que siendo parte de una dieta variada y consumido en cantidades adecuadas y de forma regular, además de nutrir tiene componentes bioactivos que ayudan a las funciones fisiológicas normales y/o que contribuyen a reducir o prevenir el riesgo de enfermedades”.
Bajo este contexto y de acuerdo a la información proporcionada por la OMS, sobre las alarmantes cifras de obesidad: « En 2014, más de 1900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 600 millones eran obesos. La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal. La prevalencia mundial de la obesidad se ha multiplicado por más de dos entre 1980 y 2014 », la industria ha enfocado sus esfuerzos en promover una serie de beneficios saludables obtenidos a partir del consumo de alimentos funcionales, dentro de los cuales figura la regulación del metabolismo, proporcionando métodos alternativos para el mantenimiento de un peso corporal adecuado, el control de la glucemia y de los niveles de colesterol.
Las opciones son diversas, sin embargo, es importante que los consumidores tengan la facultad de poder identificar y descartar aquellos productos que se expenden en el mercado, a costa de publicidades engañosas de sus supuestas virtudes. El principal problema en estos casos, es que al ser el campo de los alimentos funcionales, un área relativamente nueva, están aún en desarrollo las normas que regulen su producción y/o comercialización.
En el presente artículo, se muestra una revisión del soporte científico que ha permitido establecer la eficacia de ciertos compuestos bioactivos, presentes en los alimentos funcionales, dándoles mayor relevancia en su contribución al control de peso.
Componentes bioactivos en la regulación del metabolismo
De la variedad de compuestos con funciones biológicas específicas, que están presentes en los alimentos o que pueden ser incorporados en ellos, cabe destacar el ácido linoleico conjugado, el ácido hidroxicítrico, la L-carnitina y los polifenoles. Todos esstos, tienen un efecto termogénico que incrementa el gasto calórico y la oxidación de grasas.
• CLA, Ácido linoleico conjugado
Es un ácido graso esencial, derivado del ácido linoléico poliinsaturado de la serie omega 6, que se encuentra de forma natural en algunos alimentos. Aparece como componente minoritario de la fracción lipídica, fundamentalmente en la carne de rumiantes, así como en lácteos. Numerosos y beneficiosos efectos del CLA se han demostrado in vitro y en animales de experimentación, tales como: reducción de carcinogénesis, inmunomodulador, prevención de arterioesclerosis, prevención de diabetes mellitus y reducción de la masa grasa corporal.
Los estudios realizados establecen la capacidad del ácido linoleico conjugado de reducir la cantidad de grasa corporal, tanto al incluirlo en dietas con un contenido normal de lípidos, como en dietas hiperlipídicas. El ácido linoleico conjugado parece inhibir la actividad de la lipoproteína lipasa, reduciendo así la entrada de lípidos en el adipocito, y también afecta a la diferenciación de los preadipocitos.
Los ensayos en presencia de sobrepeso documentan una disminución significativa de la masa grasa y una ausencia de recuperación de la misma tras la realización de dietas hipocalóricas o tras la utilización de placebo; mientras que en presencia de obesidad, tres de cuatro estudios documentan esta disminución de la masa grasa, que oscila entre un 3,7 a 11,0%.
La ingesta diaria de CLA en los países occidentales se estima en 50-300 mg/día. Esta cantidad es menor que la que ha mostrado efectos beneficiosos en los estudios realizados en animales.
Por lo tanto, el aporte extra de este ácido graso con alimentos enriquecidos en los mismos, puede contribuir a mejorar la ingesta diaria. Los estudios toxicológicos no documentan que el CLA pueda tener efectos perjudiciales para la salud en dosis muy elevadas.
• HCA, Ácido hidroxicítrico
Éste ácido se obtiene a partir del tamarindo malabar, una fruta tropical originaria de la india (Garcinia cambogia). Los principales beneficios que se promueven del HCA son los siguientes:
Reducción en la acumulación de grasa en el tejido adiposo. Uno de los mecanismos propuestos es que este compuesto inhibe la formación de acetil-CoA, una molécula intermedia que se obtiene en parte por la oxidación de los ácidos grasos. También le atribuyen la capacidad de inhibir la lipogénesis de novo, es decir, la formación de grasas en el organismo a partir de algún precursor como la glucosa, lo que se traduciría en una menor acumulación de ácidos grasos en el tejido adiposo. Buscar este efecto en la limitación de la disponibilidad de acetil-CoA para la síntesis de ácidos grasos y la lipogénesis podría tener sentido si se sigue una “dieta lipogénica”, es decir, favorecedora de la formación de grasas a partir de un consumo desproporcionado y excesivo de hidratos de carbono. Por ello, en estas circunstancias, si se recurre al uso de este complemento, este debería ser temporal, mientras se enseña a la persona a mejorar sus hábitos de consumo y se le ofrecen alternativas para comer menos azúcares y de una manera más equilibrada.
Reducción de la saciedad. Hay documentación científica que asocia la ingesta de Garcinia cambogia con una mayor liberación de serotonina en el cerebro, lo que se ha considerado como el mecanismo principal para la supresión del apetito. Aunque los estudios en animales y de laboratorio así como un ensayo en seres humanos sugieren que el HCA puede estimular la pérdida de peso, otros estudios no han encontrado beneficio. En un ensayo de 8 semanas doble ciego, controlado con placebo de 60 individuos con sobrepeso, el uso del HCA en una dosis de 440 mg, 3 veces al día, produjo una significativa pérdida de peso al compararlo con el placebo.
En contraste, un ensayo de 12 semanas doble ciego, controlado con placebo de 135 individuos con sobrepeso, a quienes se les dio ya sea placebo o 500 mg de HCA, 3 veces al día, no encontró efecto en el peso corporal o en la masa de grasa. Sin embargo, este estudio ha sido criticado por usar una dieta alta en fibra, la cual se cree que daña la absorción del HCA.
A las dosis terapéuticas recomendadas no se han visto reacciones adversas, pero debe tenerse precaución en tratamientos crónicos o altas dosis.
• L-Carnitina
Es un nutriente derivado del aminoácido esencial lisina. Nuestro organismo la sintetiza a partir de la lisina y metionina con la ayuda del hierro y de las vitaminas C, B3 y B6; para que facilite el metabolismo de las grasas, para así poder obtener energía. Este proceso de obtención de energía ocurre en el interior de la mitocondria celular, mediante un proceso llamado beta – oxidación.
No todos los ácidos grasos pueden cruzar esa membrana mitocondrial interna para ser oxidados dentro. Los ácidos grasos de cadenas cortas y medianas pueden entrar en la mitocondria fácilmente, pero los de cadena larga deben unirse a la L- Carnitina para poder cruzar la membrana mitocondrial interna, siendo por tanto un transportador natural que favorece el paso de los ácidos grasos al interior de la mitocondria.
La utilización de altas dosis de L- Carnitina producirá una mayor utilización de las grasas como fuente de energía frente a los azúcares provocando pérdida de masa grasa, reduciendo la fatiga muscular y el tiempo de recuperación tras el ejercicio, de ahí que se haya puesto de moda en deportistas. Una dieta equilibrada contiene más cantidades de L- carnitina, de la que es necesaria diariamente, ya que se obtiene fácilmente de productos animales (carne de cordero, vaca y oveja).
Un estudio de Klaus, Wutzke, Lorenz (2004) encontraron diferencias significativas en la oxidación de grasa (15.8% vs 19.3%) con 3 gr./día por 10 días en adultos obesos (Klaus y Cols. 2004), la observación a este estudio que es el único que ha encontrado buenos resultados, es que fue hecho en obesos, por lo cual la mejora de la oxidación de las grasas puede estar dado por otros factores, como metabolismo aumentado post-ejercicio, dieta, más ejercicio, entre otros, por lo tanto la aplicabilidad falla en individuos con normopeso, sanos o deportistas.
• Polifenoles
Además de los efectos antioxidantes y protectores del té verde en las dos más importantes patologías que afectan al mundo occidental, muestra una variedad de efectos metabólicos, muchos de ellos aún en estudio.
La ingestión de extractos de té verde por parte de voluntarios jóvenes produjo un aumento del gasto energético y una disminución del cociente respiratorio medido durante 24 horas, en comparación con el grupo control que recibió un placebo o un tratamiento equivalente con cafeína. Los autores del estudio sugieren que los polifenoles del té inhiben la actividad de la enzima catecol-o-metiltransferasa microsomal hepática, actuando así en forma sinérgica con la cafeína en prolongar la estimulación simpática de la termogénesis.
Se ha descrito que los flavonoides polifenólicos de Camellia sinensis, las catequinas del té verde (CTVs), son agentes quimiopreventivos de diabetes y que pueden controlar el peso corporal. La epigalocatequina galato (EGCg), actúa como un potente antioxidante y es una de las principales CTVs que modulan la expresión de la hormona resistina, la cual es producida por células adiposas y puede desencadenar resistencia a la insulina, junto con una disminución en la diferenciación de los adipocitos.
Los polifenoles del té presentan una fuerte afinidad por los metales y también por las proteínas. Estos polímeros se pueden unir inespecíficamente, mediante interacciones hidrofóbicas o puentes de hidrógeno, a diferentes residuos de aminoácidos, especialmente de prolina, presentes en la estructura polipeptídica con efectos variables en la digestión y absorción de estas proteínas.
Es evidente que aún queda mucho por investigar en estos aspectos y en otros efectos metabólicos del té que le se le atribuyen con mayor o menor evidencia científica.
Declaración de beneficios saludabes
En base a lo dispuesto en la legislación de Ecuador para la declaración de alimentos funcionales, se debe tener en consideración lo siguiente:
• “Cualquier declaración debe ser demostrada documentadamente en lo referente al sustento científico del componente bioactivo en las condiciones que se encuentra en el alimento, con estudio realizado en humanos, y que haya sido aprobado por el Ministerio de Salud Pública, CODEX Alimentarius, Directrices de la Comunidad Europea o FDA”.
• “La cantidad y biodisponibilidad del componente bioactivo debe cumplir con lo que establece el Codex Alimentarius, Directrices de la Comunidad Europea o FDA”.
El sobrepeso y la obesidad, así como sus enfermedades no transmisibles asociadas, son en gran parte prevenibles: “La única forma natural de perder peso es quemando más calorías de las que se ingieren”, afirma el Dr. Smith. Esto es, con una combinación de alimentación sana y actividad física.
En conclusión, la ingesta de alimentos funcionales enfocados en la regulación del peso corporal, pueden resultar beneficiosos para la salud, siempre y cuando se controlen otros aspectos tales como mantener una dieta equilibrada y la práctica constante de ejercicio físico. Se debe tener claro, que los compuestos bioactivos de estos alimentos, no representan por sí solos un método de prevención de la obesidad, pero pueden ser considerados como alternativas saludables, en conjunto con los factores ya mencionados, para la consecución de este objetivo.
Por Granotec Ecuador.
Bibliografía:
• Norma Técnica Ecuatoriana NTE INEN 2587:2011 Alimentos Funcionales. Requisitos. Primera Edición. 2011.
• Organización Mundial de la Salud (OMS). Obesidad y sobrepeso. http://www.who.int/mediacentre/factsheets/fs311/es/. Enero 2015.
• Carmen Gómez Candela. El papel del CLA o ácido linoleico conjugado sobre la masa grasa corporal. Abril 2004.
• Eroski Consumer. Efectos adelgazantes de la Garcinia cambogia: a debate. http://www.consumer.es/web/es/alimentacion/aprender_a_comer_bien/complementos_dieteticos/2011/12/22/205649.php
• Dr. Jesús Bernardo Macías. Mitos y realidades sobre la L-carnitina.
• Revista Chilena de Nutrición. Alfonso Valenzuela. El consumo de té y la salud: características y propiedades benéficas de esta bebida milenaria. http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0717-75182004000200001&script=sci_arttext. Agosto 2004.